Paisajes Culturales Productivos y Campesinos

Murales Colectivos
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Recibimos el mes de julio en un municipio del Valle del Cauca que limita con el Chocó, hace parte del área declarada por la UNESCO como parte del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano y es considerado patrimonio cultural de la humanidad: El Cairo, pero para poder conocer más hay que ver sus paisajes y hablar con las personas que hacen parte de esa mágica comunidad, artesanos y artesanas cuya escuela remonta al saber ancestral de quienes habitan en nuestra memoria. Sus paisajes incluyen casas de colores que son la carta de presentación para los talentos que allí habitan, escritores, poetisas, pintores/as, carpinteros, inventores, campesinos y campesinas, protectores y guardianas del territorio, quienes fueron algunas de las personas que nos contaron su historia y la historia de su territorio.

Cada mañana nos recibía una neblina que teloneaba ese hermoso amanecer que sólo en esta geografía puede apreciarse, para el equipo Wipala fue una experiencia enriquecedora intercambiar experiencias con la organización ambiental comunitaria Serraniagua y sumarse a una acción conjunta que permitiera construir un mural colectivo, fruto de los talleres y la lectura del territorio logramos integrar las diferentes concepciones de su municipio para poder enviar además un mensaje de bienvenida a quienes viven en las montañas y para entrar a la cabecera transitan por ese lugar donde antes había una pared blanca y ahora hay un mural lleno de símbolos que también invita a proteger su fauna y flora.

Como despedida y acto celebrativo cerramos el último día con una noche de poesía y música en vivo en el café Coman, artistas locales nos deleitaron con su talento natural, y mensajes de resistencia lo que contribuyó a fortalecer los lazos de colectividad y esperanza.

Nuestro agradecimiento a la comunidad de El Cairo por abrirnos las puertas de su casa, tratarnos de manera tan calidad y permitirnos conocer su cultura. Su trabajo nos anima a seguir transformando y sus paisajes nos recuerdan el poema de Orlando Araujo animándonos a proteger esta nuestra casa.

 
La Libertad

El azulejo es un pájaro de mañanita que tiene el corazón azul. 
No tiene jaulas, sino el viento y las ramas. 
Había una vez un azulejo preso y se murió sin brisa. 
Había una vez otro y otro y otros azulejos. 
Por eso las montañas son azules cuando las ves de lejos, en las mañanas de tus viajes.

- Déjame ver adónde vamos- dijo el azulejo, y voló por todo el mundo.
 El mundo es una palmera de azulejos que aletean y pintan de azul los cielos de la vida.

La tierra es un azulejo desde la luna y la luna es un canario desde la tierra.

Azulejo es un azul de lejos. 
Libertad es un azul de pueblos sin jaulas ni jauleros.


Una articulación propiciada en la Red Nacional en Democracia y Paz (RNDP).

Marcela Delgado – Jorge Gómez

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